miércoles, 3 de diciembre de 2014

Bayamón... Bayamón!!!

Mientras estaba borracho en una esquina en alguna Navidad hace años; (Que conste que en la única época del año en la que tomo alcohol es Navidad). Claro, para algunos en Puerto Rico es verano todo el año. ¡Para mi en Puerto Rico es navidad todo el año! Pero eso es otro tema.

Pues, ese día de navidad hace unos años atrás mientras me daba un palito de ron traté de ponerle atención a la música navideña que escuchaba de fondo. La mayoría de la veces que bebo un poquito de más me da con hablar mierda, filosofar y trato de buscarle sentido a cosas que quizás no tienen.

Mi opinión en aquel momento sobre la música navideña era que lo único que importaba era que las canciones te dieran ganas de beber, no importaba si eran incoherentes o si llevaban algún mensaje especial.

Por ejemplo, cuando escuche la canción que dice.

"Yo me tomo el ron, 

la cerveza fría,

por que en Bayamón

Llueve to' los días"

Lo primero que me vino a la mente fue que el compositor definitivamente estaba borracho cuando escribió la canción y que no tenía ningún sentido.

¡Que equivocado estaba!

Era mi primer día de trabajo en Bayamón y me sentía tan ''relax'' que no llevé ni sombrilla. La verdad no me importaba mojarme ese día, podía caer un diluvio y comoquiera me iba a sentir mas tranquilo que donde estaba. El día empezó con un sol cabrón, un calor diferente y definitivamente mas fuerte de lo que había sentido antes. Pero es que Bayamón es un caso aparte. A eso del mediodía aún con el sol azotando empezaron a caer una lloviznas y en menos de diez segundos aquello se convirtió en un aguacero ''hijueputa'' con aceras inundadas y todo. De más está decir que no me dió tiempo de hacer nada y terminé ''enchumbaó''.

Cuando regresé a la guagua vi que había una sombrilla, pero era de las más pequeñas que venden. Pensé que aunque era chiquita por lo menos me iba a tapar un poco, pero no. Siguió lloviendo con viento y todo y al final del día terminé mojado por todos lados.

Al otro día fui mas preparado, llevé mi sombrilla y me aseguré que fuera de las grandes por si acaso llovía de nuevo. Efectivamente, empezó a llover cerca del mediodía nuevamente, con la diferencia de que esta vez si me lleve la sombrilla antes de empezar a caminar. La lluvia solo duró unos minutos y después el dilema fue que hacer con la sombrilla. Traté de aguantarla con el bulto pero como la sombrilla era muy grande y mi estatura no ayudaba mucho empecé a arrastrar la sombrilla por todo el piso. Intenté ponerla de diferentes maneras y en todas me sentía incomodo. Lo último que se me ocurrió fue meterme la sombrilla por el cuello de la camisa y meterla hasta la espalda, como si fuera una espada. Eso me funcionó hasta que unos muchachos de escuela elemental empezaron a gritar ¡Por ahí iba el cartero samurai!

El día siguiente conseguí la sombrilla perfecta, mediana, que podía aguantar con el bulto y que me tapaba bastante. De todas maneras no me ayudó mucho, pues ese día lo que cayó fue un diluvio. El aguacero y el ruido que hacía el agua bajando por la acera era tan fuerte que en un momento en que iba a entregar un paquete se me cayó el celular al agua y me dí cuenta minutos después cuando lo vi arrastrado por la corriente. Ese día murió mi Samsung Galaxy S4.

Así, todos los días que llevó trabajando en el correo de Bayamón ha llovido. Puede ser el día mas soleado, el día mas despejado, el día que no se ve ni una sola nube en el cielo, pero de alguna forma, aunque sean solamente treinta segundos; en algún momento del día cae un cabrón aguacero que te jode el día.

De esa manera aprendí que el que escribió aquella canción de navidad no estaba loco na', todo lo contrario. Tenía toda la razón. Ahora también, cada vez que me preguntan que por que yo bebo tanto ron y cervezas frías siempre les contesto... ¡Por que en Bayamón llueve to' los días!


 

martes, 29 de julio de 2014

¿Bendición o Leche?

Después de un año y medio trabajando más de 10 horas al día, seis días a la semana era obvio que me sentía bien jodío. Diez horas de trabajo en las que me tenía que joder, caminando como los locos para terminar a tiempo. Así día a día, cada vez más trabajo y cada día me sentía mas "descabronao". Eso sin contar una hora de viaje por las mañanas y una hora y medía por las tardes mamándome el tapón de San Juan a Bayamón. Sentía que solamente vivía para trabajar, cuando se supone que sea lo contrario.

No puedo decir mucho de mi vida social, apenas tenía tiempo para salir, lo más cercano a tener sexo era cuando me ponía en cuatro en la cama para que mi novia me echara cortisona en las bolas y en los muslos por que todos los días se me pelaban. Ya estaba claro que tenía que salir de ese correo o iba a terminar de esclavo el resto de mi vida.

La primera oportunidad llegó en junio cuando por primera vez pude aplicar a las plazas que habían disponibles. La única dificultad que tenía es que era el último en la lista de "seniority" de todo el correo. Así que solamente podría llevarme una ruta que nadie mas solicitara, aunque habían casi treinta rutas y tenía bastantes posibilidades.

Solicité todo lo que habían en diferentes correos, Hato Rey, Caparra, Bayamón, Cupey, Cataño, en fin, todas las rutas con tal de salir de donde estaba. Dos semanas después salieron los resultados y efectívamente me llevé una ruta en el correo principal de Bayamón.

Celebré con cojones cuando me enteré, pero la celebración duro poco. A los dos días cancelaron todo por errores en el proceso y que la próxima oportunidad para solicitar esas plazas sería en dos meses.

Tuve que aguantar dos meses más trabajando seis días a la semana, más de diez horas diarias, con las bolas "pelas" y embarradas de cortisona. Viviendo para trabajar mientras esperaba el día en el  que podría volver a solicitar las rutas disponibles.

Días antes que llegará la fecha me enteré que las casi treinta rutas que habían disponibles la vez anterior no iban a salir para ser solicitadas por que no se había resuelto el problema. En su lugar solamente iban a salir seis nuevas rutas y que todas las demás saldrían en dos meses más.

Pensaba que estaba jodío por que no había forma que yo me llevara una de esas seis rutas siendo yo el último de todos los carteros. Además, como en todos lados se riegan los chismes y rumores y ya se decía quién se iba a llevar cada ruta. Así que ya estaba resignado a esperar dos meses mas de lo mismo.

Llegó el día que salieron las plazas y sabía que no valía la pena ni siquiera solicitar. Ya todas las rutas tenían nombre y apellido según los rumores. Pero en el último momento decidí solicitar una sola ruta, la más que me interesaba, solamente por el hecho de sentir que al menos lo había intentado.

Era la ruta que mas veces había hecho en el correo donde había empezado a trabajar como cartero antes que me convirtiera en la puta del correo y terminará donde estaba. La solicité aunque ya supuestamente se sabía quien se la iba a llevar.

Para sorpresa de todos y sorpresa mía...  (Aquí es donde yo me pregunto. ¿Será que soy bendecido por todas las oraciones y las personas que oran por mí cada día o simplemente será que tengo mas leche que un palo de tetas?). Me llevé la ruta. La persona que supuestamente se la iba a llevar no la solicitó y aunque esta vez no celebré antes de tiempo si he celebrado desde el primer día que empecé en mi nueva ruta y todavía sigo celebrando.

Y aunque aún no tenga claro si esto fue una bendición o simplemente suerte, si tengo claro es que lo mejor que me pudo haber pasado...

viernes, 6 de junio de 2014

Detrás de un Te Quiero

De donde vengo y como me crié me enseñaron y aprendí a no decirle te quiero a cualquier persona. Hoy en día muchas personas sin conocer ni haber visto en sus vidas a otros ya los tratan de mi amor, mi cielo, mi corazón o le dicen papi, "baby" etc. Por mi parte yo creo que esas chulerías se deben utilizar solamente con la persona que realmente quieres y le tienes un afecto especial, de lo contrario pierde el significado. Además por la cultura del puertorriqueño solemos asociar rápidamente esos cariñitos con deseo sexual de la persona que los usa.

Pienso que está mal pero no podemos juzgar a una generación que creció viendo como la Burbu y la Taína se doblaban a recoger pesetas vestidas con un diminuto "gistro" solamente para el deleite de los televidentes del programa No te duermas. Aunque no lo queramos aceptar somos un pueblo que busca el doble sentido en todos los temas e inconscientemente piensa en sexo en la mayoría de las situaciones cotidianas.

En mi caso cuando estoy trabajando es muy difícil tener la mente en otra cosa que no sea el trabajo. De lo contrario se me olvidaría entregar la mitad de las cartas y paquetes.

Después de meses haciendo la misma ruta todo se fue convirtiendo en una rutina . Terminaba la ruta más rápido y me daba tiempo de conversar más con las personas que me encontraba en el camino.

Todas las mañanas comenzando mi ruta me encontraba a una señora sentada en el balcón de su casa. Siempre en el mismo lugar, siempre sola. Era una señora de 89 años, natural de Utuado y que se había mudado a Santurce hacía más de 60 años. Fue la madre ejemplar de la comunidad en los años '70 y una señora a quien ella cuidaba le dejó una casa de herencia. Era curandera y daba sobitos a quien se lo pedía. Según me contó, todos sus hijos eran profesionales y tenía decenas de nietos y bisnietos. Sin embargo, siempre estaba allí sola meciéndose en el sillón.

Un día pasé por su casa y le dejé las cartas, le dí los buenos días e intercambiamos palabras como hacíamos todos los días, me despedí y antes de que pudiera seguir mi camino escuché a la señora decirme.

- ¡Sabes que te quiero mucho!

Al escucharla me detuve por completo y tuve miedo de mirar hacía atrás. Muchas cosas pasaron por mi cabeza. Todas las mierdas culturales que nos hacen pensar que quien nos dice te quiero es porque quieren algo sexual. Pensé también que la vieja se había enamorado de mi. Tuve miedo de voltear y verla mordiéndose los labios o tocándose la entrepierna.

Después de unos segundos, aún nervioso tuve el valor de mirar hacía atrás y lo que ví me conmovió mucho.

Ví que sus ojos brillaban, tenía una tímida sonrisa y su rostro reflejaba agradecimiento, alegría y ese cariño de madre que es tan fácil distinguir.

Me acerqué nuevamente a ella y le dije;

- ¡Yo también te quiero mucho! Y le sonreí.

Tantas personas mayores que viven solos y no tienen con quien conversar ni a quien contarle sus historias. Mientras nosotros vivimos en el ajetreo diario y no nos damos cuenta que tan solo un minuto de nuestro tiempo puede hacer una diferencia tan grande en la vida de una persona. Y con tan solo un minuto de nuestro tiempo nos podemos ganar el cariño sincero y puro y el agradecimiento de personas que nos tocan el corazón.

viernes, 16 de mayo de 2014

Piropos

Trabajar en la calle, todos los días en este país puede ser toda una aventura. Tantas personas y personajes que inundan las calles y plazas; mas aún cuando hablamos de las calles y plazas de la colorida comunidad de Santurce.

Los primeros meses pasaba casi desapercibido, nunca paraba a hablar con nadie, no por que no quisiera, sino por que realmente no tenía tiempo para nada. Además nadie me conocía y no tenían la confianza de hablarme.

De todas maneras en ese tiempo tuve la oportunidad de entender como se sienten las personas que mientras van caminando por la calle reciben piropos. Yo pensaba que la mayoría de los casos eran de hombres que le lanzaban piropos a las mujeres, pero me equivocaba. Fuí victima de varios piropos que mas que incomodarme como suele pasar, simplemente me causaron risa.

En una ocasión iba caminando cerca de una de una pequeña plaza cuando a lo lejos escucho una voz que me llamaba. Me acerque al lugar y era una deambulante de unos treinta y pico de años visiblemente afectaba por los efectos de la droga. Me miró de arriba a abajo tambaleándose por los efectos del perico y el crack y con dificultad me dijo.

- A mi no me importas que seas gay, yo voy a to'as contigo.

Yo haciéndome el que no escuché bien le dije.

- ¿Como es?

Y ella me dijo.

- Cartero, a mi no me importa que tu seas gay, tu estas bien bueno papi. Voy a to'as contigo.

En la plaza habían varios testigos observando lo que estaba pasando y como me tomó por sorpresa no sabía que decir. Así que di media vuelta y empecé a caminar no sin antes decirle que tenía toda la razón, que era maricón y que con sus palabras se me había mojado el culo. Mientras me iba alejando pensé: ¡Puñeta! ¿Tan pato me veo caminando por aquí? Seguramente me vió así por el arrebato cabrón que tenía. 

En otra ocasión mientras caminaba por una acera le pasé por el lado a una joven que al parecer iba acompañada por su madre. Empujando un coche de bebe y seguida de cerca por tres menores, asumo yo que eran sus hijos. Después de pasarle por el lado con el paso rápido con el que siempre camino escuché a la joven comentar.

-Diablo, mira pa'lla el carterito. ¡Esas piernas que lindas se ven! ¡Si se las cojo!

Al principio no entendí que quería decir. ¿Que va a hacer con mis piernas si me las coge? Me sonaba ilógico. Pero después pensé, coño, con cuatro hijos ella ya debe estar pensando en meterse piernas y brazos por el toto por que otra cosa no le haría ni cosquillas.

Aparte de esos dos casos siempre escucho personas que hablan, dicen sus comentarios y tienen cada ocurrencia pero lo único que logran es matarme de la risa.

Eso sí, después de eso trato de caminar lo más "masculinamente" posible para que no me confundan y uso medias hasta la rodilla para que no fantaseen sexualmente con mis piernas.

sábado, 3 de mayo de 2014

Hablemos de racismo

Es difícil de entender que en el año 2014 todavía hay personas que juzgan a otras por su color de piel o por que son diferentes. Todos deben conocer de hechos recientes que afectaron el mundo del deporte a nivel internacional. En Europa se ha vuelto costumbre lanzarle guineos a jugadores de fútbol negros. El incidente más reciente ocurrió esta semana cuando un fanático lanzó un guineo al jugador Daniel Alves, con la diferencia que esta vez Dani recogió el guineo, lo peló y se lo comió tranquilamente. La reacción de este jugador ha causado sensación en la redes sociales y muchas figuras internacionales importantes han subido sus fotos comiendo guineos y diciendo #TodosSomosMacacos (Todos somos monos) en clara alusión a los incidentes que sufren los jugadores negros en Europa.

En hechos relacionados y que afectaron esta semana la mejor liga de baloncesto del mundo, el dueño del equipo de la NBA Los Ángeles Clippers, Donald Sterling fue multado y suspendido de por vida por hacer unos comentarios racistas y que fueron revelados por una estación de televisión. Este incidente desató la ira de jugadores y fanáticos alrededor del mundo y provocó una enorme presión pública sobre los directivos de la liga que terminaron literalmente privando a Sterling de toda actividad con la liga aún siendo dueño del equipo.

Aquí en Puerto Rico tenemos la costumbre de opinar sobre todas las noticias no importa de donde vengan ni de lo que traten. Por eso, esta semana todos comentaban sobre las noticias que les acabo de contar, nadie era racista, todos estaban indignado y todos aborrecían el racismo y la discriminación.
Yo pienso que este país está lleno de hipócritas que aseguran ser de una forma cuando en realidad no lo son. En vez de comentar sobre noticias internacionales ¿Por qué no hablamos del racismo en Puerto Rico? Si, en Puerto Rico hay racismo y en grandes proporciones y trabajar en un área en donde la cantidad de puertorriqueños es equitativa a la cantidad de dominicanos me ha hecho entender muchas cosas.

Antes que aparezca algún video o audio de mi persona que ponga en riesgo mi trabajo en el área de Santurce,  quiero dejar claro que no soy racista. Pero hablemos de racismo.

¿Quién de ustedes no creció escuchando chistes de lo "bruto" que son los dominicanos? ¿Quién de ustedes no puede contener la risa cuando escuchan un " oh pero bueno" o " mira que vaina"? ¿Quienes de ustedes no han bromeado sobre los 500 dominicanos que se montan en una yola para llegar a la isla? Y eso es solo un pequeño ejemplo de lo que tienen que pasar nuestros hermanos dominicanos. 

En mi caso particular me era indiferente lo que pensaran de esa comunidad hasta que tuve la oportunidad de compartir y conocer la historia de muchos de ellos. Como algunos esperaban por meses las cartas y documentos de inmigración y los malos ratos que tenían que soportar en esas oficinas de gobierno entre otras cosas.

Contrario a lo que muchos piensan, no todos los dominicanos llegan a la isla de forma ilegal. Hay muchas formas de hacerse residente y la mayoría lo hacen con todas las de la ley. Me atrevería decir que la mayoría llegan a esta isla a trabajar y a joderse para echar pa'lante y eso me consta. Mientras que aquí la mayoría de los puertorriqueños viven mantenidos del gobierno. Los dominicanos en su país nos están quitando los turistas y en nuestro país no están quitando los trabajos.

Todos los puertorriqueños nacemos siendo ciudadanos americanos con todos los beneficios y derechos que eso significa y siempre hay quienes minimizan y desprecian el hecho de que somos ciudadanos americanos. Mientras que conozco el caso de personas que llevan mas de 20 años viviendo en la isla legalmente y tienen que tomar un examen para poder obtener la ciudadanía americana en un proceso que entre citas y documentos puede tardar meses.

¿Alguna vez han pensado que pasaría si todos los puertorriqueños tuvieran que tomar ese examen para ser ciudadanos? En un país donde más de la mitad de las personas no terminan cuarto año y no trabajan. La mitad de la población es analfabeta laboral. En donde mas de la mitad de los estudiantes tienen promedio de C o menos. Y todavía no tenemos vergüenza y llamamos brutos a personas que solo buscan ser mejores. Ojalá los puertorriqueños tengamos los mismos deseos de progresar; mientras tanto seguiremos viviendo del cuento...


miércoles, 26 de marzo de 2014

Nada nos detiene

Esto de las redes sociales es una cosa cabrona. Ya todos debemos saber que si publicas algo y un amigo lo comparte, entonces los amigos de tu amigo pueden ver lo que escribiste y si un amigo de tu amigo lo comparte los amigos del amigo de tu amigo lo pueden ver y en fin nadie sabe hasta donde puede llegar una publicación. 

Después de mi última publicación muchas personas tuvieron la oportunidad de ver, leer y comentar la misma. Por curiosidad y por el instinto normal de estos tiempos de las redes sociales mi novia tuvo la oportunidad de ver varios de los perfiles de las personas que compartieron o comentaron la publicación. Obviamente la mayoría de las personas tienen sus perfiles privados pero hay cosas que quedan públicas dependiendo los ajustes de seguridad de cada persona y entre lo poco que pudo ver, encontró una foto muy peculiar.

La foto tenia fecha de julio del año pasado y mostraba la triste imagen de un miserable cartero caminando una calle inundada, con el agua llegándole casi a las rodillas, con el bulto lleno, cargando cartas en su mano y con su uniforme totalmente mojado. Al ver la foto, su  reacción fue de compasión, pena y hasta admiración, pero eso cambió en un instante y soltó una risa a carcajadas. No podía parar de reír, era de esas carcajadas en las que piensas que no puedes respirar y en cada suspiro de esa carcajada solo se escucha; Ay, vete pa'l carajo. Ay, vete pa'l carajo. Después de reponerse me dijo; el cartero de la foto eres Tú.

Efectivamente, el miserable cartero de la foto era yo. Caminando con el agua casi hasta el cuello, (de mis rodillas al cuello no hay mucha diferencia) haciendo un esfuerzo casi sobrehumano para entregar las cartas y lo único que me viene a la mente es. ¿Quien puñeta tiro la foto?

Conociendo el lugar me atrevería apostar que fue un Cabrón sentado en una esquina con una cerveza en una mano y rascándose las bolas con la otra. Vio al pobre cartero en esa situación y pensó, coño una foto pa'l "feisbu". Se sacrificó y puso su cerveza en el piso, sacó el celular de esos que envía Obama, puso la camarita y sacó la foto. Luego salió corriendo al Burger King mas cercano, se conecto al Wi-Fi, subió la foto al facebook y esperó a ver cuantos likes recibía mientras se comía un whooper. Pero eso es solamente mi teoría, quien sabe. 

En realidad no me molesta que hayan tomado la foto y que ande rondando el internet, todo lo contrario. Mucha gente da por sentado que al llegar a su casa encontrarán su correspondencia en el buzón, pero no piensan en las circunstancias que pueden hacer que algo que parece tan sencillo se pueda convertir en todo un desafío.

Como me decía un viejito todos los días; no importa si llueve, truena o relampaguee al cartero nada lo detiene. Al principio pensaba que el viejito estaba loco, luego me di cuenta que tenía toda la razón. Con la responsabilidad de un deber por cumplir y con el orgullo que se siente el ofrecer un servicio tan importante para el país es necesario que todos tengan algo claro. No importa el calor, ni la lluvia, ni las inundaciones, ni siquiera los cabrones que nos sacan fotos...  Nada nos detiene.

viernes, 14 de marzo de 2014

La Jornada de un paquete

En estos tiempos de tecnología, internet, Amazon, ebay, tiendas por departamentos y otras miles de páginas que venden productos en linea es muy probable que usted en algún momento de su vida haya comprado cualquier porquería y lo haya recibido de manos del correo. Aún si usted no es muy diestro con estas cosas que nos provee el internet es muy probable que también haya recibido algún paquete de parte de un familiar, amigo o lo que sea. En fin de cuentas la gran mayoría de ustedes han recibido paquetes entregados por su cartero.

Lo que usted no sabe es que detrás de esa entrega existe un extenso y complejo proceso que incluye fórmulas matemáticas, códigos secretos y análisis profesionales que permiten que la entrega se realice de la forma mas rápida y efectiva.

De todo ese proceso por el que pasa un paquete antes de ser entregado la única parte que me corresponde a mi es entregarlo. Muchos pensaran que es la parte mas fácil pero definitivamente se equivocan y le voy a explicar por que.

Llegue ese día en la mañana y aparte de hacer mi ruta con todo el trabajo que eso comprende tendría que entregar 40 paquetes adicionales de otra ruta. Según los cálculos matemáticos y las complejas fórmulas utilizadas por el Servicio Postal se establece que el cartero tiene 3 minutos por cada paquete que tenga que entregar. En otras palabras tenía 2 horas para entregar los 40 paquetes.

Al principio me pareció tiempo suficiente para entregarlos pero no sabía lo que me esperaba. Los paquetes estaban en una esquina, tuve que llevarlos a la plataforma para poder montarlos en la guagua. Antes de acomodarlos anoté las direcciones de cada paquete en un papel para que  no se me quedara ninguno y saber mas o menos el orden en que los entregaría. Ese proceso me tomo unos 15 minutos.

Era sábado por la mañana y me tardé 5 minutos en llegar a mi primera entrega, me bajé de la guagua y para no hacer mucho ruido a esa hora simplemente dije;

-¡Buenos días!

Me di cuenta que había gente dentro de la casa pero nadie pareció escucharme. Así que levante un poco mas la voz y volví a gritar.

-¡BUENOS DÍAS!

Esta vez vi a las personas dentro de la casa como queriendo esconderse, pasando por debajo de las ventanas y alejándose de la puerta de entrada de la casa. Dentro de mi pensé; ¿Que carajo es lo que pasa aquí? ¡Estos cabrones están sordos, puñeta!

Miré alrededor de la calle y a lo lejos se veía un ejercito de Atalayas, Testigos de Jehová o como se llamen que estaban allí con sus sombrillas llevando el "mensaje de Dios" casa por casa. Lo próximo que grité fue;

- ¡BUENOS DÍAS, DIOS LE BENDICE!

Todos los que estaban adentro huyeron arrastrándose por todo el pasillo de la casa como si fuera el diablo el que estaba afuera.

Llevaba más de 5 minutos allí parado frente a la casa y todavía me quedaban 40 paquetes por entregar. Así que volví a gritar.

- ¡Buen día, Correo!

Por fin salió una señora de unos 70 años y cuando me vio rápido dijo.

- Mira, un cartero joven. Aquí todos los que vienen son un chorro de viejos.

- Ah si, ahora hay un grupito de carteros jovenes, a ver si esa gente se retira ya.

- Ay si, que se vayan esos aborrecios ya.

- Mire señora, tengo un paquete aquí a nombre de Carmen.

- Su servidora. Ese paquete me lo envía mi nieta que está por Boston. Se fue a estudiar pa' llá y se caso con un gringo. Hace 3 años yo fuí a visitarla y hacía un frio pelú. No vuelvo ni a recoger billetes de 100. Eso son unas galletitas de vainilla que venden allá. ¡Son bien buenas!

- ¡Pues aquí está!

- ¡Dejame ir a buscar las llaves del porton rapidito!

Usualmente soy una persona muy paciente pero en ese momento ya me estaba desesperando. Tenía muchos deseos de tirar la caja por encima del portón y que se jodieran las galletas con to'.

Despues de esperar unos minutos la señora llegó con las llaves y despues de intentar abrir el candado con todas las llaves que tenía el llavero por fin abrió el portón. Le dí el paquete y salí casí corriendo. Cuando ya me iba a montar a la guagua escucho a la señora gritandome.

- ¡Carterooo! Espera en lo que abro la caja para darte unas galletitas.

Yo le dí las gracias pero le dije que no podía comer nada tan temprano por que me caía mal. Aunque por dentro pensé decirle que se metiera las galletas por el culo. Me monté en la guagua y me fuí.

Llevaba 40 minutos y solamente había entregado un paquete. Cada entrega fue  una misión, cada persona una historia diferente y definitivamente el que sacó cuenta y dijo que cada paquete debe ser entregado en 3 minutos nunca entregó paquetes en Puerto Rico.

Así que si ve a un cartero con prisa repartiendo paquetes no lo interrumpa para preguntarle si ya llegó el cheque de Obama o el cheque de hacienda o para decirle que no le lleve deudas o para darle quejas de esto o de lo otro. Por favor no joda y deje trabajar al cartero en paz...

lunes, 20 de enero de 2014

De Barrio Obrero a la 15 un paso no es

De pequeño me crié escuchando esa canción de Willie Rosario que decía que de Barrio Obrero a la 15 un paso es. Así que recordando esa canción trataba de tranquilizarme, pues el correo de calle Loíza cubre exactamente esa área.

De todas maneras no podía sacarme de la mente todas las cosas que ya había escuchado sobre el lugar donde iba a trabajar.

Salí temprano de mi casa para evitarme los tapones y como llegué temprano decidí ir a la panadería que quedaba justo al lado del correo. Siempre que voy a desayunar a un lugar que no conozco pido un "sandwich" de jamón y queso para irme a la segura. Para mi sorpresa me cobraron $11 dolares por el "sandwich" y una botella de agua. Yo pensé que había sido un error pero al ver la pizarra de los precios y vi que efectivamente me habían cobrado lo que era. Pero puñeta; $11 pesos por un sandwich de jamón y queso es una "clava" en cualquier lugar.

Me senté en una mesa a esperar el desayuno y había un letrero que decía "El 14 de junio de 2011 el presidente Barack Obama comió en esta mesa". Como si por ese letrero pudieran desviar la atención de la "clava" que me acababan de dar. A menos que Obama estuviera haciéndome el "sandwich". Gracias a Dios que no lo pedí con huevo. Me hubiesen dicho que el "sandwich" estaba hecho con  el "guebo" de Obama y la "clava" iba a ser peor.

Así comenzó la mañana; llegué tranquilo como lo hacía cada día, en cada correo al que me enviaban. Allí me trataron mucho mejor de lo que me esperaba y hasta me adoptaron tan pronto llegué.  La jefa le dijo a quien me estaba preparando la ruta que le habían dicho que yo era buen cartero y que debía estar bien. Al parecer los últimos carteros que había enviado a esa ruta no la habían terminado y tenían que ir a ayudarlos.

Después de darme todas las explicaciones, enseñarme los mapas y todo la muchacha me dijo; " a las 3 de la tarde me llamas a ver donde estas.

Me fui y caminando como los locos fui haciendo la ruta poco a poco y las tres de la tarde llamé a la muchacha y le dije donde estaba y ella un poco incrédula me preguntó ¿Hiciste esto? ¿Hiciste lo otro? ¿ ¿Entregaste allí y allá? A todo le respondí que si. Entonces me dijo; Muy bien, te falta como media hora nada mas para terminar; así que suavecito por ahí.

Al escuchar esas palabras sentí que me quitaba un peso de encima, había sobrevivido el correo de calle Loíza, no sin antes cagarme en la madre de Willie Rosario por que parece que el cabrón nunca caminó de Barrio Obrero a la 15 y definitivamente un paso no es...

jueves, 2 de enero de 2014

La Puta del correo

Después de mi combate con el pato no volví a trabajar en Bayamón. Me convertí en la puta del correo y donde hiciera falta un cartero allí iba yo a "tapar rotos". Así en pocas semanas ya había trabajado en practicamente todos los correos del área de San Juan.

Trabajé varios días en Cataño y después que me estaba acostumbrando me enviaron a Trujillo Alto. Un pueblo al que nunca había visitado en mi vida. Allí hice varias rutas y nuevamente me cambiaron al correo de Cupey y así también trabaje en Caparra, 65 de infantería.

En todos fue el mismo proceso, llegaba, me decían la ruta en la que estaría, me daban un mapa,  una pequeña explicación y me mandaban para la calle.

Estuve cambiando de correos por varios meses. Esperaba cada mañana la llamada de mi supervisora para que me dijera a que correo tendría que reportarme ese día. Cada día un lugar diferente. Lo que no sabía es que todos esos días fueron experiencias nuevas que me iban a ayudar en lo próximo que vendría.

Cada vez que llegaba a un correo me decían; "por lo menos te enviaron para acá y no para el correo de la calle Loíza". En cada uno de los lugares que iba a trabajar me hacían los mismos comentarios, todos negativos. Que si las rutas del correo de calle Loíza eran las peores, que si los jefes, que si los empleados, todo era malo en el correo de calle Loíza. Así que yo le daba gracias a Dios por que me enviaban a Cataño, Caparra, Cupey, Trujillo Alto...

Pero todo cambio ese día en la mañana en el que mi jefa me llamó y me dijo, hoy te reportas al correo de la calle Loíza. Mientras yo en mi mente decía... Me jodí.