viernes, 25 de octubre de 2013

Mi primer día de trabajo I

Cuando terminé el examen me dijeron que me reportara al día siguiente a mi lugar de trabajo a las 7:30 de la mañana. Para mi buena suerte la estación de trabajo a la que me asignaron me quedaba a 7 minutos del lugar donde estaba viviendo, esto sin contar el tapón.

Estaba tranquilo por que estuve trabajando un año y medio en Toa Alta; nunca falté y llegué tarde una sola vez (por causas ajenas al alcohol) tomando en cuenta que trabajaba de lunes a sábado a las 5 de la mañana. Estar a 7 minutos de mi trabajo y entrar a las 7:30 de la mañana me causaba una felicidad muy difícil de explicar. Pero muy ignorante yo estaba subestimando el poder de los tapones en bayamón.

Por ser el primer día de trabajo tenía planificado llegar bastante temprano, para presentarme, ubicarme y parecer responsable.

Salí de mi apartamento a las 6:30 de la mañana con la idea de parar un momento en "walgreens" para comprar una libreta, solamente para que pensaran que tenía la intención de hacer anotaciones. Cuando me fui acercando a la carretera 167 de Bayamón confirmé las leyendas urbanas que cuentan que Bayamón es el pueblo del tapón.

Aquello era tierra de nadie, un crical descomunal "bumper con bumper" bocinas, cagadas de madre, todo un espectáculo. Obviamente cancelé la visita a "walgreens" e intenté llegar al trabajo.

Pasaron los minutos y todavía no había adelantado ni un semáforo. Ya eran poco más de las 7 de la mañana y comenzaba a desesperarme. Como era posible que aún saliendo una hora temprano de mi casa para un trayecto de 7 minutitos fuera a llegar tarde a mi primer día de trabajo. En medio de la desesperación y viendo que ya eran las 7:17 de la mañana y sabiendo que nunca llegaría a tiempo si me quedaba en el tapón, hice lo que jamás habría pensado. Doble a la izquierda, me estacioné en una estación de gasolina, agarré mis cosas y rompí a correr como puta por toda la carretera 167.

Yo con mi uniforme de cartero, con mi bulto y mi gorro, corriendo por toda la carretera en plena hora del tapón. Debía parecer mas pendejo de lo que normalmente soy. Pero realmente si corrí como puta, asumo yo que por poco más de una milla y logre llegar antes de las 7:30.

Cuando llegué estaba sudando y respirando profundo. Así fui a reportarme donde mi jefa, me imagino que habrá pensado que estaba nervioso o que parecía de algún problema respiratorio. Mientras que los carteros que estaban allí pensarían que yo no duraba ni una semana de cartero. Imagínense sin dar un paso estar suda'o y a punto de un ataque al corazón. Obviamente no sabían del maratón que acababa de correr para poder llegar a tiempo.

Todo esto pasó antes de empezar a trabajar a las 7:30 de la mañana, y el día se pondría mejor...


1 comentario:

  1. Te quedo kbron. Sigue escribiendo, esto es lo que necesita Puerto Rico. Que la gente inteligente se exprese.

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